Hoy estamos aquí, con nuestra piel arrugada y el cabello encanecido, con el cuerpo encorvado cubriendo estos corazones enamorados que nunca dejaron de amarse aun cuando la vida misma se empeño en muchas ocasiones separarnos.
Hoy estamos aquí bajo este árbol rojo, cumpliendo la promesa de amarnos por siempre mas allá del tiempo.
Por Beyanira Aguirre.
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