Caminaba plácidamente por
el jardín, recorriendo alegremente el camino por entre los rosales floridos.
La tarde comenzaba a
alejarse serena y los últimos rayos de sol hacían ver el paisaje de un rojizo
encendido, como encendida estaba mi pasión en ese momento.
Esperaba ansiosa la
llegada de mi amado quien no tardaría en
aparecer.
Hacia apenas unos días me había entregado una carta donde me citaba al encuentro y yo no me hice del rogar, ya que mi corazón enamorado ansiaba verlo..
Hacia apenas unos días me había entregado una carta donde me citaba al encuentro y yo no me hice del rogar, ya que mi corazón enamorado ansiaba verlo..
De pronto, dos grandes
ojos azules destellaron en el ocaso y se posaron fijamente en mí.
Aquellos ojos azules con
los que un día había soñado, y hoy por fin se hallaban frente a mí.
Quedé paralizada unos
instantes, los suficientes para darme cuanta de cuan enamorada estaba.
El rubor cubrió mis mejillas que ardían, y el frío se adueño de mis manos que
temblaban de emoción.
El nerviosismo en mi
aumentó, cuando aquellos ojos se hicieron acompañar de una encantadora sonrisa.
Mi corazón latía tan
fuerte.
De pronto, la suave
melodía de una dulce voz que saludaba enmudeció mi corazón y por poco también mi voz,
ya que con dificultad y timidez respondí al saludo.
Era un momento
embriagador, sentía como si el aire se rehusara a penetrar en mis pulmones.
De seguro era evidente lo
que sentía en ese momento porque aquella exquisita boca no dejaba de sonreír.
El aroma de las rosas
perfumaban todo a mi alrededor y aspirarlo era un deleite, pero no mas que el
deleite de aquella mano que apareció entrelazándose con la mía y apaciguando el frío intenso que hacía unos instantes congelaba mis dedos.
Poco a poco es frío abandonaba mis manos y un calor intenso envolvió todo mi cuerpo.
Alcé la vista lentamente y con gran emoción me vi
reflejada en aquella azul mirada que me dejó hechizada…
Al instante mi voluntad
me abandonó y sin pensarlo dos veces caí rendida al deseo de besarle
perdiéndome entre sus brazos al final del ocaso.
Escrito Por: Beyanira Aguirre.
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